El caso de la desaparición de María de los Ángeles "Marita" Verón tuvo un giro repentino a partir de nuevas informaciones.
La Justicia Federal ha abierto una investigación en los últimos días para corroborar datos y testimonios sobre la existencia de documentación vinculada con la posible muerte de la joven, de 23 años. En abril de 2002, "Marita" había desaparecido y no se ha conocido su paradero hasta el día de hoy.
El nuevo frente judicial está en curso y en los últimos días se habrían efectuado allanamientos para hallar documentación de una clínica privada de la capital, además de tomar testimonios de personas vinculadas a un sindicato, según fuentes cercanas a la causa.
"Hay trascendidos de prensa sobre una investigación que se está llevando adelante en la Justicia Federal. No podemos dar demasiada información, yo tampoco estoy totalmente informado sobre los detalles. Pero hay datos que está investigando el Fiscal Federal 2, Agustín Chit, que tiene que ver con alguna documentación que vincularía a determinados sectores gremiales con la posibilidad de que tengan conocimiento de que Marita habría muerto", dijo Carlos Garmendia, abogado de la causa principal de la desaparición de la joven tucumana.
"Esto lo puedo decir en líneas muy generales, pero seguramente mañana saquemos alguna información de prensa al respecto", indicó.
Respecto de la incidencia de esta nueva investigación en la causa central, el letrado señaló podría tener importancia "para poder avanzar y conocer el destino final de 'Marita'".
"Por otro lado, lo que hay hasta ahora vendría a ser un complemento de lo que ya sabemos sobre lo que sucedió con 'Marita'. A ella no la encontramos y el trabajo de seguirla buscando está todo el tiempo presente, hasta que podamos saber qué pasó con ella", enfatizó el abogado.
En estos mismos términos, se expresó en un comunicado Susana Trimarco, presidenta de la Fundación María de los Ángeles. La madre de "Marita" manifestó, en la misma línea del abogado Garmendia, que esta nueva causa resultaría un complemento para determinar "el destino final" de su hija. Señaló también que seguirá buscándola "hasta saber qué pasó con ella".
La joven tucumana tenía 23 años. Según la investigación inicial, fue raptada desde un automóvil el 3 de abril de 2002 en la capital tucumana en manos de una red de trata de personas con fines de explotación sexual.